La impopularidad es un bien y vale el esfuerzo.
El conocimiento más necesario es desaprender los vicios.
El beneficio del aprendizaje filosófico es la mayor capacidad de conversar uno consigo mismo.
Hay que acercarse a ella (la política) como el fuego, no demasiado, para no quemarse, ni apartarse mucho, para no helarse.
Por convención hay muchos dioses, pero por naturaleza hay uno solo.
Prefiero someterme a la locura, antes que al placer.
Hay que tener tratos con mujeres que nos demuestren su agradecimiento.
Ojalá vivieran en el lujo los hijos de mis enemigos.
Escrito por Martín a las 1 de Junio 2005 a las 02:12 PM | TrackBack