Si uno no espera lo inesperado, no lo encontrará, que es difícil e inaccesible.
Muerte es cuanto vemos estando despiertos, y cuando vemos estando dormidos, vida.
Si estas cosas no existieran (las injustas), los hombres no conocerían el nombre de la justicia.
El hombre enciende una luz para sí mismo en la noche, cuando cierra los ojos muriendo (a esta vida), pero mientras está vivo, al dormir, con sus ojos cerrados parece un muerto, y estando despierto parece un dormido.
Este mundo, el mismo para todos los seres, no fue creado por hombres ni por dioses, sino que fue, es y será fuego siemprevivo, que se enciende con medida y se apaga con medida.
Pues una sola cosa es la sabiduría, conocer la inteligencia que gobierna todas las cosas a través de todas las cosas.
Más vale apagar el orgullo que un incendio
El pensamiento es una enfermedad sagrada y la vista un engaño.
En los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos, somos y no somos.
El todo es divisible e indivisible, engendrado y no engendrado, mortal e inmortal, palabra eterna, padre, hijo, dios justo.
Es prudente escuchar al Logos y no a mí y reconocer que todas las cosas son uno.
Y uno es lo bueno y lo malo. Los médicos, cortando, quemando, atormentando de todas maneras a los enfermos, exigen, sin merecerlo, cobrar una suma de dinero, haciendo el mismo efecto que las enfermedades.
El camino hacia arriba y el hacia abajo es uno y el mismo.
Los hombres están en desacuerdo con el Logos que gobierna todas las cosas, al que acompañan continuamente, y les parecen extrañas las cosas con que cada día se encuentran.
Pues no existe un carácter humano, el verdadero carácter es divino.
Es difícil luchar contra nuestro corazón, pues todo lo que quiere lo compra con nuestra alma.
Una misma cosa está en nosotros cuando vivimos o estamos muertos, despiertos o dormidos, jóvenes o viejos; porque estas cosas, dándose una vuelta, son aquéllas, y aquéllas, dándose un giro, son éstas.
Para los que han despertado hay un solo y mismo mundo, mientras que cada uno de los que aún duermen está vuelto hacia su propio mundo.
No es posible bañarse dos veces en el mismo río.
Es de perros ladrar a quien no se conoce.
Para el dios todas las cosas son bellas, buenas y justas, pero los hombres suponen que unas son injustas y otras justas.
No es mejor para los hombres que consigan cuanto quieren.
Escrito por Martín a las 1 de Junio 2005 a las 01:52 PM | TrackBack